dimarts, 17 de desembre del 2019
“Mit der Bahn heute in eine bessere Zukunft”
La exposición de ¡FEMINISMOS! que lleva desde Julio y que estará en el museo CCCB (Barcelona) hasta Enero de 2020, abarca una gran cantidad de obras de una nueva generación que irrumpió en el movimiento feminista.
Bajo mi punto de vista, el punto clave de la exposición es el uso de los lenguajes y cómo encara las construcciones de género, dando soporte a los movimientos actuales relacionados con la lucha hacia la igualdad y la libertad.
De entre todas las autoras que exponen allí, me quedo con Birgit Jürgenssen. Es una de las autoras menos conocidas, pero pues quizá eso sea de lo que más me atrajo de su trabajo. Esta artista se situó en Viena, donde a lo largo de su vida abarcó todo tipos de arte, desde pintura y arte gráfico a fotografía, siendo con este último el medio en el que más profundizó.
El trabajo mostrado en la exposición era mayoritariamente fotográfico. El discurso que utilizaba en sus fotografías era la sustitución de partes del cuerpo por electrodomésticos. Esto me lleva a pensar que intentaba simular las partes sexuales de la mujer como algo condenado a la subordinación. Realmente no sé si llamarlo así. A lo que me refiero es que me recordaba a que la mujer estaba destinaba a estar en casa, a asumir un papel inferior y de entrega total a una figura de sumisión. Con esto, la artista trataba de reivindicar este papel que se le ha atribuido a la mujer a lo largo de la historia.
Aunque estas fotografías me hicieron pensar en muchas cosas, la obra que más me conmovió fue “Mit der Bahn heute in eine bessere Zukunft” (Hoy con tren hacia un futuro mejor). Esta obra fue creada en 1973, y como podemos ver, es una obra sencilla y compleja a la vez. Sencilla a nivel de materiales, pues es lápiz y lápices de color sobre papel. Pero por el contrario, me parece compleja a la hora de analizarla.
Por un lado, la relaciono con esta lucha de libertad e igualdad que llevaban a cabo las mujeres en la
década de los 70. Por otro lado, también lo relaciono un poco con la época de postguerra en el sentido
de que las mujeres comenzaron a encargarse no sólo de las tareas del hogar, sino que también
empezaron a ocupar algunos puestos de trabajos. Llego a este pensamiento debido al tren, pues
para mí, haría referencia a cuando los hombres se marchaban.
Una de las cosas que más me han gustado de esta obra es precisamente la sutileza con la que la artista intenta mostrar el difícil y duro camino de lucha que las mujeres llevaban por delante y por el que actualmente se sigue luchando. De nuevo la representación de un tren tiene mucho sentido en el aspecto de punto de partida y no regreso. Es decir, la partida hacia un nuevo mundo lleno de igualdad y libertad de género y de no retorno al papel que le ha sido otorgado a la mujer a lo largo de los siglos. Sobre todo quería destacar la representación del bebé. Podemos observar el entusiasmo que muestra hacia la idea de progreso; el afán que tiene por participar en este cambio social. Porque si nos fijamos mucho, puede verse que la chaqueta que luce tiene un sutil tono rosa (cosa que indicaría que es niña). Por lo tanto, es un gesto esperanzador que el propio bebé tome “consciencia” de este hecho.
Para concluir, he de decir que la exposición permite crear un dialogo entre artistas-espectadores, pero sobre todo permite sentir empatía con una o con varias artistas y establecer un nuevo discurso de lucha para encontrar las huellas que ellas dejaron y establecer nuevos rumbos hacia esa igualdad que, lamentablemente, muchas de ellas no pudieron gozar.
Esther Martí Sánchez, Crítica de la representació
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