Lorraine O’Grady

Mlle Burgeoise Noire
(Señora Burguesa Negra)

1980-1983/2009

Serie de 14 fotografías B/N a la gelatina de plata

The VERBUND COLLECTION, Viena

La obra de O’Grady consiste en una serie de 14 fotografías documentando una performance en la que desafía los roles de raza en un espacio dominado por blancos. 

La artista está reclamando el terreno como suyo, un terreno que las personas blancas no perciben como espacio blanco; para éstas es un contexto normal, sin más, porque entienden a blanco como norma. A sus ojos hay lugares de negros, de latinos, de asiáticos, etc. y lo suyo es simplemente normal, todo ajeno a ellos es “otrado”.

En la performance O’Grady viste un vestido creado a partir de 360 guantes blancos, una diadema blanca en la cabeza y ofrece crisantemos blancos al público, flor que simboliza la integridad. Exagera la necesidad de ser blanco y puro para integrarse y ocupar con comodidad un contexto considerado “de alta clase”. Tras terminar de repartir todas las flores, se retira una capa que lucía y se pone unos guantes blancos. Empieza a moverse como un león enjaulado, asustando e incomodando a los espectadores, y recita un poema de protesta en contra de la sumisión de las artistas negras frente una escena dominada por blancos. Con esta performance O’Grady imploraba a las personas negras a ser más atrevidas, a no tener miedo de incomodar a la mirada blanca. 

Históricamente las personas racializadas, Queer, con discapacidades y todo colectivo marginado se han visto obligadas a sentarse en el asiento de atrás, para que su presencia no sea tan obvia, porque la presencia de personas no normativas irrumpe con los rituales y comportamientos normativos. Pero no únicamente han tenido que sentarse atrás, sino que no han podido hablar, ni contribuir en la conversación, ni formar parte del grupo. Especialmente las personas negras, tal y como se puede observar con todos los asesinatos a afroamericanos por parte de la policía estadounidense, no se pueden permitir el privilegio de realizar acciones atrevidas. Si eres blanco eres un visionario, un artista, un rebelde, y si eres negro eres un delincuente, un grosero, un terrorista. Los blancos aparecerán en televisión, serán famosos y tendrán admiradores que los tratarán como genios. Los negros serán marginados, abusados e irán a prisión donde muy posiblemente serán asesinados. Hay repercusiones reales y graves. Es más seguro sentarse en el asiento de atrás y no decir nada. 

El coraje de Lorraine O’Grady es verdaderamente admirable, tiene presente cómo se hablará de ella en las revistas. Perderá oportunidades de trabajar en espacios “prestigiosos” porque su arte y su presencia incomodan.

La exposición de <<¡FEMINISMOS!>> era realmente extensa, cosa que dificultaba elegir tan solo una obra para criticar, pero me decanté por una obra feminista y antirracista de una artista no blanca, puesto que a menudo el feminismo general se olvida que ser mujer también intersecciona con otras opresiones. No es lo mismo analizar una obra como “una mujer reclamando la posición del hombre” que decir la frase entera “una mujer blanca reclamando la posición del hombre blanco”. La raza solo se menciona si es otra.

Jonah Ramírez, CAC