Sobre un piso de París que lucía completamente blanco -tanto las paredes como los objetos que decoraban el lugar - Gina Pane, vestida a juego con la superficie, nos regaló una de sus obras más emblemáticas: "Le Lait Chaud". Aunque pueda parecer en un principio que son estas imágenes el único soporte que recoge esta obra, lo cierto es que se trató en su día de una performance en directo, donde el público observó en todo momento lo que la artista hizo sobre aquel espacio. Con la intención de contrastar con la habitación en la que se hallaba, Gina comenzó el espectáculo realizándose una serie de cortes en su mismo cuerpo a través de la ropa. No hubo reacción por parte del público, al fin y al cabo, no dejaba de ser una performance. No dejaba de tratarse de una obra de arte. Sin embargo, todo cambió cuando, de repente, Gina siguió su coreografía realizando su siguiente corte sobre su rostro. Fue ahí donde el público empezó a reaccionar pidiéndole que no lo hiciera. Fue ahí, una vez tocada la percepción estética de su misma imagen, que la artista demostró que el rostro era un tema tabú.
Dicho esto, explicaré a continuación el porqué de mi elección. Y es que, de todas las obras de "Feminismes!", esta es una de las pocas que recoge la reacción de un público en directo (aunque no haya sido mostrado en la exposición y tampoco haya sido capaz de encontrarlo en internet). Me parece muy interesante (y muy triste) que, aún siendo testigos de cómo una persona se está haciendo daño así misma ante sus ojos, el público no hiciese nada para impedir que parase. Eso me lleva a pensar que todas aquellas heridas que tenemos, ya sean físicas o psicológicas, no importan ante la sociedad si no son visibles, ¿y qué hay más visible en una persona que su propio rostro?
Posiblemente Gina Pane conservó la marca de las heridas de aquella performance por el resto de su vida, pero solo una iba a ser vista en cualquier ocasión: la de su cara. Y esto es lo único que le importó a aquel público del momento, pero también es lo único que nos importa a la mayoría de los humanos. El "si vas a herirte que sea a escondidas, a quién le importa, pero procura no estropearte la cara, que has de estar presentable en un mundo regido por las apariencias y la superficialidad" como lema de vida para tres cuartas partes (y algo más) del mundo. Sin duda, me parece una obra espectacular, pero no puedo evitar sentir tristeza ante toda esa sangre derramada a la que nadie le dio importancia porque, una vez seca y curada, las cicatrices tras esta iban a estar cubiertas.
En relación con la obra de Gina Pane, encontramos también la de Karin Mack "Zerstönung einer illusion (demolición de una ilusión)", obra del año 1940, y la de Elaine Shemit "Constraint (limitación)" del 1954. En la primera, vemos como la artista destruye una fotografía suya a base de clavarle palillos de hierro progresivamente hasta arrancarla del todo de la pared, destruyendo así la imagen idealizada que tenía la sociedad de ella. En la segunda, vemos una serie de fotografías en blanco y negro de la artista desnuda desde todos los ángulos, como respuesta a la frase "una mujer no puede ser artista y mujer a la vez". La respuesta del público fue negativa, ya que, teniendo en cuenta que estamos hablando del año 1954, la artista se dejó en "evidencia" ante el mundo mostrando su cuerpo desnudo. Estas tres artistas, empezando por Gina y acabando por Elaine, tuvieron la valentía suficiente para dejar claro que las únicas dueñas de su propia imagen eran ellas mismas.
Bibliografía:
- Foto principal - https://www.christies.com/lotfinder/Lot/gina-pane-1939-1990-le-lait-chaud-5688115-details.aspx
- http://masdearte.com/especiales/gina-pane-gunter-brus-y-las-heridas-simbolicas-del-cuerpo/
Andrea García,
Crítica de la representación
Posiblemente Gina Pane conservó la marca de las heridas de aquella performance por el resto de su vida, pero solo una iba a ser vista en cualquier ocasión: la de su cara. Y esto es lo único que le importó a aquel público del momento, pero también es lo único que nos importa a la mayoría de los humanos. El "si vas a herirte que sea a escondidas, a quién le importa, pero procura no estropearte la cara, que has de estar presentable en un mundo regido por las apariencias y la superficialidad" como lema de vida para tres cuartas partes (y algo más) del mundo. Sin duda, me parece una obra espectacular, pero no puedo evitar sentir tristeza ante toda esa sangre derramada a la que nadie le dio importancia porque, una vez seca y curada, las cicatrices tras esta iban a estar cubiertas.
En relación con la obra de Gina Pane, encontramos también la de Karin Mack "Zerstönung einer illusion (demolición de una ilusión)", obra del año 1940, y la de Elaine Shemit "Constraint (limitación)" del 1954. En la primera, vemos como la artista destruye una fotografía suya a base de clavarle palillos de hierro progresivamente hasta arrancarla del todo de la pared, destruyendo así la imagen idealizada que tenía la sociedad de ella. En la segunda, vemos una serie de fotografías en blanco y negro de la artista desnuda desde todos los ángulos, como respuesta a la frase "una mujer no puede ser artista y mujer a la vez". La respuesta del público fue negativa, ya que, teniendo en cuenta que estamos hablando del año 1954, la artista se dejó en "evidencia" ante el mundo mostrando su cuerpo desnudo. Estas tres artistas, empezando por Gina y acabando por Elaine, tuvieron la valentía suficiente para dejar claro que las únicas dueñas de su propia imagen eran ellas mismas.
Bibliografía:
- Foto principal - https://www.christies.com/lotfinder/Lot/gina-pane-1939-1990-le-lait-chaud-5688115-details.aspx
- http://masdearte.com/especiales/gina-pane-gunter-brus-y-las-heridas-simbolicas-del-cuerpo/
Andrea García,
Crítica de la representación
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